Todo sobre el nuevo sistema biométrico de entrada y salida de la UE

Si tienes un viaje planeado a la fascinante costa croata o a las encantadoras calles empedradas de Estonia, es posible que debas prepararte para una sorpresa. A partir de octubre, los viajeros extranjeros que visiten destinos europeos populares estarán obligados a someterse a escaneos de rostro y huellas dactilares como parte de un nuevo sistema biométrico de control fronterizo en la Unión Europea.
Un cambio significativo en el control fronterizo europeo
Desde el 12 de octubre, un total de 29 países del espacio Schengen comenzarán un despliegue gradual de un nuevo sistema conocido como el Sistema de Entrada y Salida (EES). Este sistema, que sustituirá el procesamiento convencional de pasaportes por escaneos faciales y de huellas dactilares, entrará en vigor en una fase de prueba que se extenderá por seis meses, comenzando específicamente en Croacia y Estonia.
A pesar de este avance tecnológico, los viajeros aún necesitarán presentar su pasaporte y proporcionar información personal, como los detalles de su viaje y fechas de estancia. Es importante mencionar que los niños menores de 12 años estarán exentos de los escaneos de huellas dactilares.
Durante el periodo de transición, los viajeros seguirán recibiendo sellos en sus pasaportes. Sin embargo, a partir de la plena implementación del EES, programada para el 10 de abril de 2026, este recuerdo de viaje desaparecerá, cambiando la forma en que interactuamos con la frontera en Europa.
Ventajas del nuevo sistema biométrico
Una de las principales ventajas del EES será la reducción significativa de tiempos de espera en los aeropuertos y otros puntos de entrada. Con tecnologías automatizadas, como las puertas de control automatizadas (eGates), se espera que el proceso sea más eficiente y seguro, permitiendo una identificación más rápida de aquellos que exceden su visa. Según Anil Jain, experto en biometría y profesor en Michigan State University, “he notado que hay menos filas recientemente. Todo es más bien sin contacto”.
Si un viajero se niega a proporcionar sus datos biométricos, lamentablemente se le denegará la entrada. Para mitigar las preocupaciones sobre la privacidad digital, se ha estipulado que los datos personales se almacenarán solo por un periodo de tres años y no serán compartidos fuera de las autoridades de inmigración y leyes de los países participantes en el EES.
Implementación en diferentes países
Estonia y Croacia serán pioneras en la implementación del EES en todos sus puntos de entrada, incluidas las puertos marítimos y aeropuertos. Por otro lado, otros países, como España y Alemania, adoptarán un enfoque más gradual, comenzando por la instalación del sistema biométrico en un único aeropuerto. En el caso de España, el gobierno ya ha invertido aproximadamente 83 millones de euros (97,5 millones de dólares) para modernizar sus sistemas.
Este cambio no es exclusivo de Europa. En Estados Unidos, la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) ha empezado a implementar carriles de identificación sin contacto, utilizando tecnología de reconocimiento facial en lugar de verificaciones físicas de identificación. Este programa está disponible en 15 aeropuertos y cuenta con la colaboración de varias aerolíneas importantes.
Otras iniciativas de seguridad biométrica
El programa de Procesamiento Avanzado de Pasajeros (EPP) de la Aduana y Protección Fronteriza (CBP) de EE. UU. también ha ampliado su uso de tecnología biométrica, eliminando la necesidad de inspecciones tradicionales de pasaportes mediante escaneos faciales. Aunque EPP está diseñado para ciudadanos estadounidenses que regresan de viajes internacionales, refleja una tendencia global hacia sistemas biométricos más eficientes.
Jain menciona que, en un futuro, es probable que sistemas biométricos como el EES reemplacen los sellos de pasaporte en muchos aeropuertos del mundo, proporcionando comodidad a los usuarios y aumentando la seguridad. “Las personas se cansan de comparar rostros con fotos de pasaporte, y hay una carga de atención para la inspección manual de documentos”, afirma.
Futuras regulaciones en el espacio europeo
No solo el EES está cambiando la dinámica de entrada en Europa. A partir de finales de 2026, los viajeros de 59 países y territorios que no requieren visa para ingresar a Europa deberán obtener una autorización digital conocida como el Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS). Este requerimiento se aplicará en los mismos países que el EES, además de Chipre, y su solicitud se podrá realizar en línea por una tarifa de 20 euros (23 dólares), con la mayoría de las aprobaciones en cuestión de minutos.
El Reino Unido también ha adoptado un enfoque digital similar con la introducción de su propia Autorización Electrónica de Viaje (ETA) a principios de este año, que es obligatoria para aquellos que visitan por hasta seis meses. Este sistema tiene un costo de 16 libras (22 dólares) y es válido por dos años o hasta que el pasaporte del solicitante expire.
Conclusiones sobre el futuro de los viajes biométricos
Los cambios en los sistemas de control de fronteras reflejan un movimiento hacia una mayor eficiencia y seguridad en los viajes internacionales. Con el avance de la tecnología biométrica, los viajeros pueden esperar una experiencia más rápida y fluida, aunque esto también plantea nuevas consideraciones sobre la privacidad y el manejo de datos. La transición hacia sistemas como el EES es solo el comienzo de una era en la que las fronteras se gestionan de manera más tecnológica y menos manual.

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