Nueva Zelanda lanza una nueva visa dorada de cuatro años

El cine, la literatura y las leyendas siempre han narrado la fascinación que despierta Nueva Zelanda en quienes la visitan. Con paisajes que parecen sacados de un cuento de hadas y una cultura rica en tradiciones, este país ha capturado el corazón de muchos. Pero, ¿qué sucede si decides quedarte un poco más? Con la nueva visa dorada de Nueva Zelanda, el sueño de residir en este lugar puede estar más cerca de lo que imaginas.
A partir del 24 de noviembre de 2025, se abrirán las puertas para solicitar la nueva Visa de Inversor Empresarial, un programa que ofrece a los inversores la posibilidad de vivir en el país por hasta cuatro años. Esta visa no solo proporciona una estancia temporal, sino que también abre la puerta a la residencia permanente, un atractivo significativo para quienes buscan establecerse en esta nación. A continuación, exploraremos los detalles de este nuevo programa y cómo se compara con otras opciones de visa disponibles en Nueva Zelanda.
Detalles de la nueva visa dorada de Nueva Zelanda
La Visa de Inversor Empresarial está diseñada para aquellos que tienen la capacidad de invertir en una empresa local. Los solicitantes podrán optar entre dos caminos:
- Invertir 1 millón de dólares neozelandeses (aproximadamente 567,300 euros) para un proceso de trabajo a residencia de tres años.
- Invertir 2 millones de dólares neozelandeses (aproximadamente 1,134,480 euros) para un camino acelerado de un año.
Adicionalmente, hay un costo de solicitud de 12,380 dólares neozelandeses (alrededor de 7,010 euros). Es importante mencionar que los solicitantes deberán involucrarse activamente en la gestión del negocio en el que invierten.
Al finalizar el periodo de la visa, los titulares tendrán la oportunidad de solicitar la visa de residencia permanente, lo que les permitirá vivir de manera indefinida en Nueva Zelanda. Sin embargo, cumplir con ciertos requisitos es esencial para acceder a esta opción.
Requisitos para los solicitantes
Además de los montos de inversión, los solicitantes deberán demostrar que cuentan con fondos suficientes para cubrir sus necesidades y las de sus familias. Esto implica tener un capital de al menos 500,000 dólares neozelandeses (aproximadamente 283,700 euros). Las familias pueden incluir a parejas e hijos dependientes en la solicitud.
Otro aspecto relevante es la necesidad de demostrar habilidades empresariales. El gobierno exige que los solicitantes presenten evidencia de haber gestionado un negocio con ingresos anuales de al menos 1 millón de dólares neozelandeses o que hayan empleado a cinco trabajadores a tiempo completo. Este requisito asegura que los inversores no solo aporten capital, sino que también contribuyan al crecimiento económico del país.
Restricciones sobre las inversiones
Existen limitaciones adicionales relacionadas con los tipos de empresas en las que se puede invertir. Por ejemplo:
- Las empresas deben llevar al menos cinco años en funcionamiento.
- Se excluyen sectores como el juego, las franquicias de comida rápida y las empresas relacionadas con el tabaco.
Estas restricciones buscan fomentar inversiones en sectores que contribuyan positivamente a la economía y al bienestar social de Nueva Zelanda.
Comparativa con otras visas neozelandesas
La Visa de Inversor Empresarial no es la primera opción de residencia por inversión en Nueva Zelanda. El programa Active Investor Plus ya existía, aunque con requisitos más estrictos. Los inversores deben aportar:
- 5 millones de dólares neozelandeses (aproximadamente 2,835,700 euros) por tres años en inversiones de mayor riesgo.
- 10 millones de dólares neozelandeses (aproximadamente 5,669,350 euros) en inversiones de menor riesgo.
Este tipo de visa también tiene un costo de solicitud más alto, que asciende a 27,470 dólares neozelandeses (alrededor de 15,550 euros). Sin embargo, ofrece una vía similar hacia la residencia permanente para los inversores y sus familias.
Desde que se redujeron los requisitos de la visa Active Investor Plus, ha habido un aumento significativo en las solicitudes, siendo un 45% de ellas provenientes de ciudadanos estadounidenses. Esta visa se presenta como una alternativa viable para quienes no pueden o no desean manejar un negocio directamente.
Otras oportunidades de residencia
Si no encajas en la categoría de inversor, hay otras vías que podrían permitirte vivir en Nueva Zelanda. El gobierno está desarrollando una visa para aquellos que deseen emprender con ideas innovadoras y escalables. Esta opción podría atraer a muchos profesionales creativos y emprendedores que buscan explorar nuevas oportunidades en un entorno favorable.
Además, para quienes trabajan de manera remota, Nueva Zelanda ofrece una visa para nómadas digitales de 90 días, que no tiene requisitos de ingreso mínimo. Esta opción se está volviendo cada vez más popular entre quienes buscan combinar trabajo y aventura en un entorno impresionante.
Conclusiones sobre la nueva visa dorada
La nueva Visa de Inversor Empresarial de Nueva Zelanda representa una oportunidad emocionante para aquellos que buscan establecerse en un país conocido por su belleza natural y calidad de vida. Con requisitos que fomentan tanto la inversión como el compromiso empresarial, este programa puede ser ideal para quienes deseen contribuir al crecimiento de la economía neozelandesa mientras disfrutan de todo lo que este maravilloso país tiene para ofrecer.

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