Eduardo Ferrer
En Puglia hay un pueblo con un corazón de fina cerámica y un alma antigua, formado por calles características y coloridas callejuelas. Se trata de Grottaglie, una pequeña ciudad construida en el barranco.
Situada en una pintoresca colina, no lejos de Taranto, Grottaglie, hogar de la cerámica, es la “ciudad de muchas cuevas” que se remontan a los tiempos del Paleolítico. Su territorio, de hecho, se caracteriza por la presencia de numerosas cuevas dentro de los barrancos, y espectaculares cañones a lo largo de los cuales se excavaron refugios.
La ciudad de Grottaglie ofrece la oportunidad de realizar hermosos paseos totalmente inmersos en el arte y la cultura, respirando ese ambiente típico de los pueblos antiguos. Conocido en todo el mundo por sus bellas cerámicas, para contarlo es también el Museo situado en el Castillo Episcopio, donde se puede admirar el arte que marcó la historia de la ciudad, como esculturas y objetos de uso cotidiano, todos ellos nacidos a lo largo de los siglos de la mano de hábiles artesanos.
Además del Castillo Episcopio, hay muchos monumentos para ver en el centro histórico, incluyendo la Iglesia de los Santos Pedro y Pablo, también llamada San Pedro de los Judíos, y la pequeña iglesia barroca de 1400 que los habitantes de la cueva dedicaron al conciudadano de la ciudad, Francesco de Gerónimo, de quien todavía se puede ver la casa donde nació. También es hermoso el belén de piedra de 1530 conservado en la iglesia dedicada a Nuestra Señora del Carmen.
Para los amantes de las compras, una visita a las tiendas de artesanía características de Grottaglie es una visita obligada. El Barrio de la Cerámica es una llama de historia, tradiciones y colores. A lo largo de sus características calles encontrará recuerdos, talleres y tiendas, unas cincuenta, todas talladas en la roca. Cada año, a finales de julio -este año comenzó el 23 y hasta el 27-, la comarca se prepara para celebrar “Vino y Música”, un evento dedicado íntegramente al mundo del vino. Rutas de degustación, artistas callejeros y música, son los ingredientes de estas veladas festivas que iluminan los callejones y los hacen aún más alegres.
Al visitar un nuevo lugar o una nueva ciudad, las experiencias pasan por todos los sentidos. Así que no se puede ir a Grottaglie y no probar la gastronomía local caracterizada por sabores y aromas intensos. Hay numerosas trattorias y restaurantes típicos donde se puede disfrutar de platos tradicionales y deliciosos postres.
Pero Grottaglie es también música y cine. En agosto, desde hace tres años, se celebra el Festival Cinzella, un evento dedicado a la música y al cine. Varios artistas animarán las veladas del 17 al 20 de agosto en la Cave di Fantiano, un lugar de gran belleza.
