Enfermedad parasitaria por chinches besuconas en 8 estados de EE. UU.
El Chagas, conocido como la enfermedad del "besuqueo", ha pasado desapercibido para muchos en los Estados Unidos a pesar de su creciente prevalencia. A medida que se descubren más casos, es vital que la población tome conciencia de esta enfermedad parasitaria y de los insectos que la transmiten.
Según investigaciones recientes, se estima que aproximadamente 288,000 personas en EE. UU. están infectadas con el parásito que causa el Chagas, aunque muchos lo desconocen. La enfermedad, que es más común en México y América del Sur, ha comenzado a llamar la atención en territorio estadounidense, lo que plantea la necesidad de una mayor educación sobre este tema.
¿Qué es la enfermedad del kissing bug?
La enfermedad de Chagas es causada por un parásito denominado Trypanosoma cruzi, que es transportado por los insectos conocidos como triatominos o kissing bugs. Estos insectos son llamados así porque tienden a alimentarse de la sangre de sus víctimas en áreas próximas a la cara, como los labios. Sin embargo, su método de transmisión no se limita a la picadura; a menudo defecan cerca de la herida, permitiendo que las heces, que contienen el parásito, ingresen al cuerpo a través de las membranas mucosas, como la nariz, los ojos o la boca.
El riesgo de infección a través de transfusiones de sangre o de madre a hijo también es posible, aunque menos común. Además, estos insectos pueden infestar a mamíferos, incluyendo perros y otros animales salvajes. Sin embargo, no se ha documentado la transmisión directa de la enfermedad de mascotas a humanos.
El contexto de la enfermedad en EE. UU.
El riesgo de contagio en los Estados Unidos es relativamente bajo. Aunque los kissing bugs están presentes en 32 estados, solo se han registrado casos de transmisión local en ocho: California, Arizona, Texas, Tennessee, Louisiana, Missouri, Mississippi y Arkansas. A nivel mundial, cerca de ocho millones de personas padecen de Chagas, lo que subraya la gravedad de la situación, especialmente en regiones donde la enfermedad es endémica.
Los síntomas de la enfermedad pueden ser leves o incluso inexistentes en las etapas iniciales, lo que dificulta su detección. Entre los síntomas más comunes se encuentran:
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Fiebre
- Inflamación de los párpados
A pesar de esto, alrededor del 20% al 30% de las personas infectadas desarrollan complicaciones severas a largo plazo, como problemas cardíacos o digestivos.
Prevención y cuidado
Los kissing bugs son más activos durante la noche y pueden encontrarse en áreas rurales y urbanas. Para prevenir su infestación, es recomendable:
- Instalar mosquiteros en puertas y ventanas.
- Sellar grietas en las paredes y techos.
- Utilizar insecticidas de larga duración en el hogar.
- Usar ropa de manga larga y repelentes de insectos.
- Evitar el consumo de frutas y verduras crudas en áreas de riesgo.
En la actualidad, no existe una vacuna para prevenir la enfermedad de Chagas. Sin embargo, el tratamiento con medicamentos antiparasitarios puede ser efectivo si se administra pronto. La eficacia del tratamiento disminuye con el tiempo, lo que resalta la importancia de la detección temprana.
Importancia de la concienciación
Un informe reciente publicado en la revista Emerging Infectious Diseases ha instado a considerar el Chagas como una enfermedad endémica en Estados Unidos. Aunque tradicionalmente se ha asociado a países de América del Sur, la creciente incidencia de casos en EE. UU. exige una revisión de su estatus. Actualmente, el Chagas se reconoce como endémico en 21 países de América, y su creciente presencia en EE. UU. podría afectar la atención médica y las políticas de salud pública.
Reconocer el Chagas como una enfermedad endémica podría facilitar el acceso a mayor financiamiento para investigación y mejorar los recursos de salud pública, permitiendo una mejor educación y prevención de la enfermedad en comunidades vulnerables.
La CDC define endémico como la “presencia constante de una enfermedad o agente infeccioso en una población dentro de una zona geográfica determinada”. Aumentar la concienciación sobre esta enfermedad no solo beneficiaría a los afectados, sino que también podría reducir el número de casos futuros a través de una intervención y educación adecuadas.

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