Eduardo Ferrer
Si eres un amante del mar o un fanático de la montaña, Mauricio puede acomodarlo en ambos casos y no hay mejor estación que el verano para elegirlo como su destino de vacaciones. Entre otras cosas, aquí tendrás la oportunidad de pasear por los lugares donde se ambientó la película “Serenity”, con Matthew McConaughey y Anne Hathaway. Una razón más para enamorarse de este rincón del paraíso.
Rodeada por 330 km de costa, protegida por arrecifes de coral, la isla ofrece impresionantes vistas del Océano Índico, con playas de arena blanca y aguas turquesas para practicar windsurf, snorkeling, kayak o reservar un espectacular paseo en barco con fondo de cristal para admirar su increíble vida marina.
Los aficionados a la vela no pueden dejar de visitar Grand Baie, una cala protegida situada en la parte norte de la isla, que también es el punto de partida para excursiones a las islas del norte. En Flat Island y Gabriel Island podrá disfrutar de inolvidables baños, mientras que fuera de la deshabitada isla de Coin de Mire, podrá practicar snorkel y descubrir los hermosos desfiladeros donde anidan las aves marinas.
Si te diriges hacia el sur, encontrarás un verdadero paraíso: el Parque Marino de Blue Bay, donde podrá admirar los innumerables colores de los peces loro y varios tipos de especies marinas. El Gris Gris, por su parte, destaca por la extrema proximidad del arrecife de coral a la orilla, salpicado de restaurantes con vistas al mar y que ofrecen platos de pescado fresco, cocinados según la tradición mauriciana.
El paraíso de los surfistas y kitesurfistas está al oeste, especialmente en One Eye, situado en Le Morne, que toma su nombre del “tubo” de la ola (o de la galería que forma esta última) que dibuja la forma de un ojo.
Además del mar y las playas de incomparable belleza, Mauricio ofrece un interior lleno de paisajes únicos y sorprendentes. Si desde lo alto del Mont Pounce se puede admirar una vista de 360° de la parte norte de la isla, una excursión al Monte del Morne Brabant, símbolo de la liberación de la esclavitud declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, le permitirá disfrutar de una espléndida vista de la península del mismo nombre y del Océano Índico.
Otra parada importante son sin duda las espectaculares cataratas: desde las de Chamarel, cerca de las homónimas tierras coloreadas, famosas por su increíble altura, hasta las cataratas de Rochester, donde se puede nadar, pasando por las cataratas de Tamarin, a las que se puede llegar con una visita guiada. Por último, quienes deseen disfrutar de relajantes paseos en contacto con la naturaleza, deben visitar el Parque Nacional de las Gargantas del Río Negro, uno de los principales atractivos “verdes” de la isla.
