Dónde se filmó Ahora me ves: Ahora no me ves

La magia del cine no solo reside en las historias que narra, sino también en los lugares que elige para dar vida a sus tramas. Now You See Me: Now You Don’t, la tercera entrega de la exitosa franquicia Now You See Me, nos lleva a través de una emocionante aventura que abarca diversas ciudades icónicas del mundo. Desde el bullicio de Nueva York hasta la elegancia de Abu Dhabi, cada escenario fue cuidadosamente seleccionado para realzar la narrativa de la película y ofrecer una experiencia visual deslumbrante.
En este artículo, te invitamos a descubrir los fascinantes lugares donde se filmó esta película, explorando no solo las locaciones, sino también el contexto detrás de cada elección. Desde la arquitectura impresionante hasta las maravillas naturales, cada destino aporta un matiz único a la historia de los magos y sus intrigas.
La producción en Hungría: el corazón del rodaje
A pesar de que la historia se desarrolla en varios países, la mayor parte de la filmación tuvo lugar en Hungría, concretamente en Budapest, durante el verano de 2024. Este país fue elegido no solo por razones presupuestarias, sino también por la riqueza visual que ofrece. El director, Ruben Fleischer, comentó: “Una vez que nos dimos cuenta de que íbamos a rodar en Hungría, decidimos escribir específicamente para Europa”.
Hungría proporcionó una variedad de locaciones cautivadoras que podían simular diversas partes de Europa. La flexibilidad y la creatividad de las autoridades locales permitieron al equipo de producción construir sets elaborados y utilizar espacios históricos, lo que enriqueció la estética de la película. Entre las localizaciones, se destacan:
- Castillos y edificios históricos en Budapest.
- Teatros y museos que aportaron un aire de sofisticación.
- Exterior de fábricas y almacenes que simularon escenarios urbanos.
South Africa: la ilusión de una mina de diamantes
La historia incluye una mina de diamantes perteneciente a la familia Vanderberg, localizada en Sudáfrica. Sin embargo, esta locación fue recreada en una cantera cerca de Budapest. Fleischer explica que construyeron la estructura de vidrio de Veronika desde cero y la ubicaron dentro de la cantera, creando un efecto visual impresionante mediante efectos especiales. Esta combinación de locaciones reales y recreaciones ayuda a construir un mundo cinematográfico creíble.
Nueva York: el regreso a las raíces
Nueva York es un pilar central en la narrativa de Now You See Me: Now You Don’t. Aunque muchas escenas que representan la ciudad se rodaron en Budapest, se mantuvo su esencia. Por ejemplo, el reencuentro de los Cuatro Jinetes fue filmado en un almacén en el distrito de Csepel, un entorno que recuerda a Nueva York.
La producción optó por recrear un ambiente de fábrica antigua, añadiendo detalles como cemento expuesto y un escenario elaborado para la actuación. A través de esta atención al detalle, los realizadores lograron capturar la atmósfera vibrante y enérgica de la ciudad que nunca duerme.
Antwerp, Bélgica: breves pero impactantes momentos
A pesar de que una secuencia crucial se desarrolla en Amberes, la producción solo pasó tres días en la ciudad belga. Los exteriores fueron filmados en lugares emblemáticos como Grote Markt y la Estación Central. Sin embargo, la mayor parte de las escenas fueron grabadas en Budapest, utilizando locaciones que se adaptaron para simular la animada vida urbana de Amberes.
En esta película, el acto del robo del Heart Diamond es uno de los momentos culminantes, y se filmó en el Museo de Bellas Artes de Budapest, donde se introdujeron elementos escenográficos que añadieron un valor estético significativo. La atención al detalle fue crucial para proporcionar una experiencia visual rica y envolvente.
Chateau de Roussillon, Francia: un escenario de ensueño
Cuando los magos llegan a Francia, se encuentran con una misteriosa mansión que sirve como sede de The Eye. La producción utilizó el Castillo Nádasdy en Hungría para simular el exterior, mientras que los interiores fueron construidos en estudios. Esta combinación de locaciones históricas y sets cuidadosamente diseñados permitió crear un ambiente intrigante y cautivador.
Entre los aspectos más innovadores se incluye la creación de una habitación Ames, que juega con las proporciones y las percepciones del tamaño. Los realizadores realizaron pruebas en el Museo de Ilusiones de Budapest para garantizar que los efectos visuales fueran impactantes y coherentes con la narrativa.
Estación de policía francesa: un toque de autenticidad
La escena en la que Lula May libera a Merritt de una cárcel en Francia se rodó en Szentendre, Hungría. Este encantador pueblo medieval fue elegido no solo por su belleza, sino también por su accesibilidad y la posibilidad de crear un set convincente. Las escenas interiores se grabaron en un museo cerrado, adaptando el espacio para incluir celdas de prisión.
La elección de Szentendre no solo aportó autenticidad, sino que también destacó la riqueza cultural que se puede encontrar en Hungría, convirtiéndola en una locación versátil para producciones cinematográficas.
Abu Dhabi: modernidad y lujo
La película culmina en Abu Dhabi, donde se filmaron escenas tanto en la ciudad como en el desierto cercano. Esta locación fue elegida para ofrecer un contraste moderno y vibrante con los entornos anteriores. Fleischer comenta que la elección de Abu Dhabi se debió a su singularidad como ciudad contemporánea.
Durante el famoso Gran Premio de F1, los Cuatro Jinetes se enfrentan a Veronika en un emocionante escenario. El hotel W Abu Dhabi Yas Island, que se encuentra construido sobre la pista de carreras, se convierte en un punto central de la trama. Este entorno no solo agrega un sentido de lujo, sino que también permite a los realizadores jugar con la idea de velocidad y adrenalina.
Un espectáculo final: el Louvre de Abu Dhabi
El clímax de la película se desarrolla en el Louvre de Abu Dhabi, un lugar icónico que ofrece una estética visual impresionante. La escena final se filmó en un espacio al aire libre que incluye una espectacular característica de agua, donde los realizadores construyeron un escenario para amplificar la experiencia visual.
Fleischer menciona que el uso de locaciones reales no solo enriquece la película, sino que también proporciona un sentido de escala y evolución en la historia de los personajes. “Llevar a estos jóvenes desde un almacén en Brooklyn hasta un escenario magnífico en Abu Dhabi muestra su crecimiento y la magnitud de su viaje”, concluye.

Deja una respuesta