Naiara Riera
La ciudad vieja de Salamanca, España, es una de las mejor conservadas y más bellas de Europa. También tiene una oscura historia de encuentros esotéricos secretos realizados por estudiantes de la Universidad medieval de Salamanca, una de las más antiguas del mundo.
La Cueva de Salamanca está situada en un rincón escondido de la ciudad, detrás del famoso museo Art Nouveau, Casa Lis. No es fácil de encontrar si sólo estás paseando por la antigua fortaleza. Pero una vez que llegues, encontrarás un siniestro pasaje que te llevará bajo tierra. La “cueva” es la antigua cripta de la iglesia de San Cebrián, que estaba adosada a la parte más antigua de la fortaleza de Salamanca antes de ser demolida en el siglo XIV. En las cercanías también se pueden ver (y subir) los restos de una torre defensiva que formaba parte de las antiguas murallas de la ciudad.
Pero la verdadera atracción del lugar está en su leyenda, como se dice que el mismo diablo, disfrazado de sacristán, solía enseñar aquí magia negra a siete alumnos elegidos cada noche. Después de terminar las lecciones, se suponía que se quedaría con una de ellas, elegida al azar. La historia cuenta que uno de los desafortunados, el legendario marqués de Villena, pudo escapar, pero el diablo atrapó su sombra, marcándolo como impío por el resto de su vida.
La leyenda probablemente vino de un verdadero sacristán que engañaba a los estudiantes con lecciones falsas, y la imaginación popular hizo el resto. Pero hasta el día de hoy, la palabra Salamanca está asociada a la brujería y la magia negra en muchas partes de Sudamérica, y la leyenda inspiró todo tipo de obras de teatro e historias, incluyendo una breve obra de teatro satírico del famoso escritor español Miguel de Cervantes.
